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domingo, 12 de octubre de 2008

No puedo decir qué me gustaba más de él:
si su forma de hablar o de escribir o el misterio que lo rodeó toda la vida.
O quizás, la manera en que me trataba,
nunca me habían tratado así: con tanto miedo a que me rompa,
con tanta delicadeza, tanta dedicación.
Sus frases aún dan vueltas en mi cabeza, en mi memoria:
“tus ganas de verme son correspondidas, hermanita. Yo también tengo ganas de verte pero tenés que aprender a controlar tus emociones/deseos. Es fundamental para tu vida, para vos. Tenelo en cuenta”.
Sexo podés tener con cualquiera, pero no vas a sentir con cualquiera. Mientras tanto dejame jugar siempre podemos jugar..Necesitas demostrar cosas que no son reales y te cuesta expresarte y mostrarte como sos; te mostras como quieren que seas.
El dolor
que nos pueden
casuar nuestras
propias ideas
no tiene límites.

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